La Corte Suprema de Justicia ha dado un paso firme hacia la modernización del sistema judicial paraguayo con la aprobación del mecanismo que apunta directamente a mejorar la calidad del servicio ofrecido a la ciudadanía. Esta herramienta no solo responde a estándares internacionales, sino que ha sido diseñada específicamente para elevar la satisfacción de las personas usuarias del sistema de justicia.
El nuevo modelo, denominado Sistema Integral de Calidad en la Administración de Justicia Paraguaya (SICAJP), representa una apuesta institucional por una justicia más eficiente, transparente y centrada en las necesidades reales de quienes acuden diariamente al Poder Judicial. A diferencia de reformas meramente estructurales, esta iniciativa se enfoca en procesos, resultados y percepción ciudadana, reconociendo que una justicia útil es, ante todo, una justicia que responde.
El mecanismo se sustenta en tres pilares esenciales: escuchar a los usuarios y medir su nivel de satisfacción; fortalecer el compromiso interno de jueces, funcionarios y administrativos; y generar un espacio permanente para el intercambio de experiencias y buenas prácticas. Estos ejes actúan como motores de una cultura organizacional basada en la mejora continua.
Uno de los aspectos más destacados de este avance institucional es la asistencia técnica brindada por el Centro de Gestión de Calidad del Poder Judicial de Costa Rica, país con una trayectoria reconocida en el ámbito de la justicia centrada en las personas. Gracias a esta cooperación internacional, el sistema fue adaptado a la realidad paraguaya, respetando sus particularidades sin perder de vista los estándares iberoamericanos de calidad promovidos por la Cumbre Judicial.
La implementación será gradual y estará coordinada por una comisión especializada, asegurando que las mejoras impacten tanto en el ámbito jurisdiccional como en la gestión administrativa. Esta iniciativa se alinea con el Plan Estratégico Institucional 2021–2025, en el que la calidad es un eje transversal de la gestión pública judicial.
Con esta decisión, la Corte Suprema no solo adopta un modelo de gestión, sino también una visión moderna de la justicia: aquella que pone a las personas en el centro y que apunta a mejorar de manera constante para recuperar la confianza de la ciudadanía.
