Se trata de «Tani», un ciudadano perteneciente a la etnia de Pa’i Tavytera. Estando privado de su libertad en el Penal de Pedro Juan Caballero aprendió a leer, escribir y puede firmar en reemplazo de su huella dactilar.
Dijo estar feliz porque ahora puede leer y escribir, incluso sumar y restar, mientras que antes tenía que pedir ayuda a alguien más. Por otro lado, fabrica anillos con técnicas joyeras manuales a partir de arandelas o piezas en bronce que las corta con esmeril y les quita brillo con lija. Sus productos son muy valorados por la población del penal. Algunos compañeros adquieren la sortija para regalar a sus novias en días de visita.
«Tani» cumple una pena de dos años de cárcel, en el pabellón “Sombrero blanco”, exclusivo para nativos, donde puede incluso hacer sus ritos, cocinar, jugar al fútbol y no pierden del todo los valores de sus etnias.
