El sacerdote Silvestre Olmedo fue condenado a la pena de un año con suspensión tras ser hallado culpable por el delito de acoso sexual.
El Tribunal señaló que se probó plenamente que manoseó los senos a una integrante de la pastoral juvenil de la parroquia de Limpio, en el 2016.
Este viernes las partes dieron su alegato final ante el tribunal de sentencia de la ciudad de Luque. Las fiscales del caso Elena Fiore y Claudia Aguilera solicitaron la sanción de dos años, pena máxima para el delito de abuso sexual.
El Ministerio Público aseguró que se demostró plenamente mediante pruebas y testimonios que el religioso manoseó en el 2016 a la joven Alexa Torres, quien en ese momento era la coordinadora de la pastoral Juvenil de la parroquia San José de Limpio.
El Tribunal de Sentencia que juzgó al Pa’i Silvestre Olmedo, integrado por los magistrados Juan Carlos Rocholl, Julio López y Gladys Bernal, señaló que no existen dudas de que el hecho existió y que el sacerdote Silvestre Olmedo es el responsable.
El juez Rocholl explicó que la joven Alexandra Torres recurrió a la justicia ordinaria ya que no tuvo respuesta en el ámbito eclesial. «Quedó plenamente demostrado. Toqueteos en zonas erógenas aprovechándose de su posición de sacerdote católico hacia una mujer que prestaba servicio voluntario en la iglesia es un acto de acoso», explicó el presidente del Tribunal de Sentencia.
«Para nosotros esta más que demostrado que existe una sujeción en ese ámbito de espiritualidad. El sacerdote es una figura guía de una persona que acude a la iglesia. Es por eso que se da esa área de influencia.
Respecto al hostigamiento, el magistrado señaló que no es necesario que sea repetitiva para que sea configurado como tal. “Poner la mano sobre los senos y apretarlo constituye un hostigamiento. En la mujer, el seno es zona erógena. Invadir la zona erógena es insinuar a un acto sexual» argumentó Rocholl.
En el 2020, el religioso fue absuelto pero un tribunal de apelación anuló el fallo y ordenó un nuevo juicio oral.
