La vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia y encargada del área de Niñez y Adolescencia, Carolina Llanes, participó del “Cine Debate Internacional” actividad académica organizada por la AJP como panelista junto a otros referentes internacionales para debatir sobre la historia de Juan, un niño que fue adoptado por una familia francesa.
La ministra comentó que esta historia interpela profundamente a la sociedad y a todos los operadores de justicia, instándolos a observar el drama humano que se encuentra detrás de cada expediente, a investigar exhaustivamente la situación en cada caso y a no limitarse al cumplimiento meramente «formal» de los requisitos, sino a humanizar el conflicto.
En última instancia, esta es la razón por la cual estudiamos y nos comprometemos como abogados y jueces: la defensa y realización de los derechos humanos fundamentales como principio básico de nuestra existencia.
“La historia de Juan se desarrolla en un contexto sociocultural marcado por la pobreza, la ignorancia, los prejuicios y la corrupción, en el cual se relativizan y minimizan los derechos fundamentales de las personas, como el derecho a nacer y crecer en una familia natural”, afirmó.
“La madre de Juan representa un caso típico de una mujer con pocas o nulas posibilidades de decidir por sí misma y mucho menos de conocer y reclamar sus derechos. Ante su embarazo, se le cierran todas las posibilidades de quedarse con su hijo. La maquinaria perversa, conformada por la madrina, la asistente social, el abogado y el juez, pone en marcha un proceso que parece ser legal, pero que en realidad es una falacia a través de la cual le arrebatan a su hijo. Ella queda completamente impotente y desolada ante esta dura perversidad. A pesar de su dolor, producto de una sociedad autoritaria y excluyente, se conforma y resigna, y de manera resiliente sigue su vida, predestinada a la pobreza y con escasas posibilidades de alcanzar el bienestar integral que consagra la Constitución”, señaló la ministra.
Agregó que la historia de Juan es una repetición de las experiencias de muchas mujeres paraguayas que son víctimas de esta crueldad, y de niños y niñas que se ven condenados a crecer sin conocer sus orígenes. Sin embargo, en medio de esta tragedia, Juan tuvo la fortuna de ser adoptado por una familia que nunca le ocultó su condición, lo que le permitió conocer sus raíces y recuperar sentimientos y emociones humanas que podrían haberse perdido por completo.
La inédita actividad académica fue organizada por la Asociación de Jueces del Paraguay (AJP), fue todo un éxito, participaron exponentes internacionales y locales de primer nivel.
