El juez penal Daniel Ledesma presentó su renuncia para acogerse al beneficio de la jubilación. Señaló que su principal legado fue haber emitido fallos garantistas basados en la equidad.
Dijo que los principales desafíos que enfrentó a lo largo de los 24 años de servicio en la magistratura fueron la presión natural e inherente que trae el cargo, tanto por la expectativa de la ciudadanía como por factores externos.
“El mayor desafío del juez es saber que cada sentencia, por pequeña que parezca, tiene un impacto directo en las personas, sean estas víctimas o procesados, por lo que el juez no debe perder el factor humano en las decisiones judiciales, siempre sin salir del carril de la ley”, acotó Ledesma.
Ledesma comentó que, dos décadas atrás, iniciaba su carrera en la magistratura en el Chaco, donde no existía luz eléctrica, agua potable ni señal de celular, y que sus resoluciones las redactaba en máquina de escribir, y su medio de transporte eran simples caballos.
Agregó que pasó por cargos como juez de Paz y juez de Garantías en los departamentos de Boquerón, Itapúa y Presidente Hayes; fue juez penal de la adolescencia, integró el Tribunal de Sentencia en el departamento Central, y llegó hasta la capital, Asunción, como juez de Ejecución Penal, lo que le dejó grandes enseñanzas.
Por último, Ledesma aseguró que, como hecho a destacar al despedirse de la magistratura, está la implementación de la tecnología en la administración de justicia, lo que trajo consigo una mayor transparencia en la tramitación de los litigios.
