El ministro Eugenio Jiménez Rolón señaló que la Corte no puede tolerar que los jueces se aparten por cualquier situación, entre ellas, por cuestionamientos de las partes hacia su trabajo; de lo contrario, estarían permitiendo un «juez a medida».
Jiménez Rolón destacó que los jueces deben ser firmes y defender su competencia para evitar que las bases de la justicia sean afectadas por prácticas irregulares de los magistrados.
Subrayó que los magistrados tienen una obligación con el cargo que ocupan y no pueden eludirla ante cualquier crítica que puedan recibir precisamente por tener a su cargo un determinado caso.
Mencionó que, si se permite que estos casos sigan ocurriendo, peligra el sistema de justicia, ya que las partes podrían buscar un juez de su agrado.
“No podemos tolerar jueces que, ante la primera rabieta de un litigante o de un abogado, se aparten y no sean capaces de aplicar la ley. Esto es violatorio de un principio relacionado con el sistema democrático: el principio del juez natural. Entonces, bastaría que un abogado, con una rabieta, pueda elegir al juez de su conveniencia. ¿Y cómo quedaría la otra parte?”, se preguntó el ministro Jiménez Rolón al cuestionar duramente a la magistrada Martha Benítez Alderete, quien se inhibió de entender en varios casos por ataques verbales de parte de una abogada.
El ministro señaló que, en ningún caso, pueden considerarse los ataques verbales de las partes como motivo para que un magistrado deje de entender en un proceso y recordó que tienen la potestad de sancionar a quienes actúan indebidamente en un caso.
Afirmó que la Corte debe ser firme en esto para no flexibilizar esta situación y evitar poner en peligro las bases naturales de la justicia. Quienes, ante cualquier situación, ya afirman que su imparcialidad está afectada y evitan entender un caso.
La Corte, tras un largo debate entre los ministros, decidió mantener la suspensión de la magistrada, pero con el salario base.