La abogada especialista en derecho penal, Paola Villalba, señaló que es importante dar un mayor dinamismo a las audiencias, comentó que es necesario que el Expediente Judicial Electrónico les permita transportar las alegaciones a las actas para no retrasar indebidamente la audiencia por la sola transcripción.
La profesional refirió que es necesario imprimir una celeridad a estas diligencias a fin de evitar retrasos innecesarios como la redacción por horas de lo que relatan las partes cuando estas ya están agregadas al sistema y en la audiencia se debería hacer solo una explicación oral breve.
“Las audiencias deben tener una dinámica más rápida. El expediente electrónico debería permitir a las partes agregar sus exposiciones al mismo y en la audiencia hacer una explicación oral, para evitar que los funcionarios escriban por horas”, señaló la abogada Paola Villalba.
Los abogados penalistas también buscan que las causas que llevan adelante sean tramitadas con la debida diligencia, por ejercer la defensa o querella en los procesos ya sea en garantías o juicios orales, por ello también platean alternativas de solución que brinden no solo calidad y dinamismo sino eficiencia en los procesos.
La Corte Suprema de Justicia desde la semana pasada ha resuelto implementar que las audiencias sean fijadas por los jueces de todo el país y fueros a las 7:30 AM, como una forma de combatir la mora judicial en las distintas etapas del proceso.
Paola Villalba afirma que una de las medidas que podría implementar la Corte podría ser que ya que existe el expediente electrónico y las presentaciones ya están hechas por las partes, se copie en el acta automáticamente para acelerar dichas diligencias y no estar trascribiendo todo lo que digan las partes..
En la actualidad, los procesaos penales y en etapa de juicios orales son los expedientes que se encuentran no solo en mora, sino con los tribunales absolutamente saturados con audiencias orales fijadas ya para el 2025.
Esta situación afecta profundamente el sistema carcelario con personas privadas de su libertad quienes esperan sus respectivas sentencias en la cárcel por años. Más del 70% de los reclusos no tienen una condena firme en sus procesos.
