Ante la negativa de los padres a iniciar un tratamiento oncológico a la adolescente menor de edad, la previsional recurrió a la asistencia del Ministerio de la Defensa Pública, a fin de obtener una medida cautelar para iniciar el tratamiento a la joven.
El juez Guillermo Trovato, en comunicación con Judiciales.net, refirió que hizo lugar a la medida cautelar de urgencia solicitada por la defensora pública Agueda Morel, con relación a una adolescente menor de edad.
Además, autorizó como medida cautelar de urgencia la realización de todos los procedimientos médicos y aplicación de medicamentos que fueren necesarios hasta el total restablecimiento de la joven, así como la cobertura integral de los gastos de internación, cirugías y la provisión de medicamentos, conforme prescripción médica hasta que se disponga su alta médica.
En su resolución, el magistrado refiere que la atención y tratamiento que requiere la paciente, no pueden estar condicionadas a los estados de ánimo o dudas de sus progenitores, “quienes denotan a todas luces amplio desconocimiento de las ciencias médicas por razones obvias, no estando dentro del ámbito de decisión de los mismos la oposición a que su hija sea tratada de las más diversas formas que previene la ciencia médica, que pasa a ser el actor principal en la vida de la misma”, indica parte del fallo.
Por otro lado, el juez Trovato afirma que desde el momento en que la joven concurre al IPS, la patria potestad ingresa en una zona de penumbra ante la ciencia médica. “Por ello, la oposición de los progenitores al procedimiento médico pretendido por el IPS denota de por sí un acto atentatorio ante el derecho a la vida y a la salud de la joven. La sola negación impetrada por los progenitores agrava la condición vital de tiempo con el que no se cuenta, debido al estado de salud de la paciente.
Finalmente, el juzgado considera que la vida humana como valor y bien jurídico prevaleciente debe ser tutelada por el propio Estado, motivo por el cual una “oposición meramente caprichosa” de los progenitores, no puede ni debe prevalecer en detrimento del interés superior de la adolescente.
La familia de la joven duda del diagnóstico, y por ello piden nuevamente estudios para confirmar el cuadro. Alegaron que por ese motivo se negaron a aprobar el inicio del tratamiento.
Según IPS, una junta médica recomendó no seguir retrasando el tratamiento de la paciente, ya que está confirmado el diagnóstico oncológico coincidente con la presentación clínica.
Es un caso prácticamente sin precedentes en el país, donde los padres se niegan a ejecutar el tratamiento a su hija por dudar del diagnóstico médico que se les presentó, pero para el plantel médico no queda resquicio a dudas y con esta decisión, el IPS está en condiciones de iniciar el tratamiento.
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