En un inusual día de gobierno en la penitenciaría de Tacumbú, las autoridades del Ministerio de Justicia, el Poder Judicial, Interior y la Defensa Pública se enfrentaron a una tensa situación con presos identificados con el grupo criminal conocido como el “Clan Rotela”. A pesar de ingresar al penal, su avance se vio obstaculizado y solo pudieron llegar hasta el segundo portón antes de ser forzados a retirarse debido a una recepción hostil por parte de los reclusos.
Los gritos, silbidos y abucheos resonaron en el ambiente cuando las autoridades intentaron avanzar más allá del segundo portón de la cárcel. El defensor adjunto, Paublino Escobar, restó importancia al incidente, calificándolo como una situación normal en las cárceles. “Cuando las autoridades realizan estos recorridos, siempre hay gritos y abucheos. A mí me reconocieron varios de los reclusos, uno de ellos se acordó de mí y me dio un abrazo. No sentí que mi vida estuviera en peligro”, afirmó Escobar.
A pesar de la hostilidad inicial, la comitiva logró recorrer algunas áreas del penal, incluyendo la sala de audiencias telemáticas, la cocina para verificar las condiciones de la comida consumida por los reclusos y la panadería para inspeccionar los insumos. El ministro Barchini expresó su preocupación por la calidad de los alimentos almacenados, pero se confirmó que estaban en condiciones adecuadas.
Este incidente pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el sistema penitenciario en Paraguay para mantener el control y la seguridad en las cárceles. La presencia de grupos criminales dentro de las prisiones sigue siendo una preocupación constante, y eventos como este subrayan la necesidad de abordar de manera efectiva la problemática penitenciaria en el país.
