La joven fue asistida por la Defensa Pública de la Niñez y la Adolescencia para obtener su identidad por primera vez.
El Ministerio de la Defensa Pública a través de la defensora Adriana Marecos, logró la inscripción de la adolescente en la Dirección de Registros del Estado Civil de las Personas.
La adolescente recurrió a la Defensoría de la Niñez y puso a conocimiento su situación solicitando ser asistida en el proceso para hacer efectivo este derecho que se encontraba vulnerado, que a su vez había obstaculizado su derecho a la educación.