El juez penal de garantías, Yoan Paul López, resolvió elevar a juicio oral y público el proceso abierto a Armando Javier Rotela y otros integrantes de su clan, procesados tras el operativo Veneratio en Tacumbú.
Este operativo permitió sacar a Rotela de su lugar de dominio, y fue trasladado a otro penal considerado de máxima seguridad, donde se encuentra recluido y cumpliendo otras condenas por tráfico de drogas.
En esta causa, fue acusado por asociación criminal, transgresión a la ley de armas y motín de internos. Con esta decisión, deberá sortearse próximamente un tribunal de sentencia que llevará adelante un juicio más respecto al líder de este grupo criminal que tuvo origen en el penal de Tacumbú.
Tras el operativo Veneratio, los intervinientes mostraron las armas que lograron incautar de los reclusos, en su mayoría pertenecientes al Clan Rotela.
Fue requisada una gran cantidad de armas cortas y largas, municiones e incluso bombas, del Penal Nacional de Tacumbú, de donde fueron trasladados los reclusos pertenecientes al Clan Rotela.
Con todo lo incautado en su momento, se confirmó el nivel de dominio que esta facción criminal local tenía sobre la cárcel, cuyo líder gozaba de privilegios sin límites en el penal desde hacía años.
Rotela tenía una vida llena de lujos en Tacumbú, con siete acondicionadores de aire, equipos de gimnasio, mascotas, armas, joyas y un sector prácticamente exclusivo donde vivía cómodamente.