La magistrada Vivian López disertó ante jueces agremiados a la Asociación de Jueces del Paraguay, AJP. Habló sobre la importancia de la integridad en la magistratura, afirmando que ser íntegro es hacer lo correcto sin que nadie nos mire. Añadió que un juez que no es íntegro no solo perderá con el tiempo la confianza de la ciudadanía, sino también su cargo.
«El juez debe ser doblemente íntegro, ya que es quien va a juzgar la conducta de los demás ciudadanos. El juez no puede usar epítetos burlones hacia las partes, debe evitar las ofensas. Nosotros somos jueces las 24 horas y estamos obligados a mantener el equilibrio. La única carta de presentación del juez es la confianza de la ciudadanía, por lo tanto, hay que hacer lo correcto en la vida pública y privada. El juez no puede usar palabras denigrantes hacia las partes en sus sentencias, ya que la ofensa es el mayor enemigo de la judicatura», señaló la magistrada durante su disertación.
Añadió que las partes pueden perder el control en algún momento, pero el juez no puede hacerlo, ya que es quien debe mantener la compostura, siendo la persona que emitirá un fallo en el conflicto entre dos personas.
También destacó que el magistrado debe ser tolerante ante las críticas y, al hablar en público, debe saber qué decir y cómo decirlo, ya que las críticas a los fallos son libres y cuanto más fundado esté el fallo, las críticas serán menos dirigidas hacia la figura del juez.
«A veces es necesario que los jueces hablemos, pero las palabras que usemos y la forma en que lo hagamos marcarán una gran diferencia. La integridad para el juez es tan importante como la independencia», acotó.
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