Durante el Encuentro Panamericano de Juezas y Jueces por la Justicia Socio-ambiental y el Bienestar Integral, realizado en México, el doctor Delio Vera Navarro, presidente del capítulo Paraguay de la Conferencia Panamericana de Juezas y Jueces (COPAJU), ofreció una profunda disertación en la que abordó los desafíos estructurales y éticos que enfrenta la judicatura en América Latina.
Vera Navarro comenzó su intervención señalando el contexto global crítico en el que se encuentran actualmente las instituciones judiciales.
«Hoy, nos reunimos en un tiempo decisivo. La humanidad atraviesa una profunda crisis civilizatoria, un mundo afectado por la desigualdad, la depredación de la naturaleza y la violencia estructural que deja atrás a los más vulnerables y una creciente desconfianza en las instituciones.»
En este sentido, subrayó que el papel del juez debe ser más activo, comprometido y ético frente a estas realidades. Una de las frases más contundentes de su intervención fue el recordatorio de que: «La imparcialidad no debe confundirse con la indiferencia. Significa tratar a todos con el mismo respeto. En este contexto, el rol del juez es fundamental; debe constituirse en una muralla frente a los abusos de poder.»
El magistrado también criticó abiertamente las condiciones estructurales que debilitan la independencia judicial en muchos países de la región. Señaló que, la designación de jueces a menudo es el resultado de cuotas de poder, la dependencia presupuestaria es casi absoluta, y las bajas remuneraciones hacen que la judicatura sea vulnerable, al no contar con una ley de Carrera Judicial que garantice el acceso, la permanencia, la confirmación, y la promoción a la judicatura, resaltó.
Además, defendió una visión de la justicia que se aparte de los privilegios y se acerque a la ciudadanía como un verdadero servicio público: «La justicia debe ser vista como un servicio público y no como ejercicio de poder, con principios claves como la ética; debe ser una práctica diaria que requiere la ciudadanía… que las decisiones tomadas se circunscriban en la aplicación de la ley y el sentir social.»
En un llamado a la responsabilidad colectiva del Poder Judicial como motor de transformación social, el presidente de COPAJU Paraguay expresó: «Nuestro desafío es grande, pero debemos ser el puente de esperanza en tiempos de incertidumbre. Como COPAJU Capítulo Paraguay, creemos en una judicatura que humanice y que sepa escuchar… debe estar al servicio de la ciudadanía luchando por la transparencia, logrando la confianza y la credibilidad hacia la administración de justicia.»
Cerró su intervención con una reflexión profundamente humana y espiritual, que pone en valor el rol del juez como servidor público con conciencia social:
«Nunca olvidemos que impartir justicia es una forma de amar al prójimo, de cuidar nuestra Casa Común y de contribuir a un mejor futuro, con más humanidad. Como miembros de la familia de justicia latinoamericana de COPAJU, les afirmo que debemos apoyar la causa que apunte a un mejor país, a un mejor mundo. ¡Actuemos con rectitud y seamos la roca que sostenga el cambio social desde el Poder Judicial».













