El ministro Víctor Ríos, ha lanzado un fuerte mensaje durante la sesión plenaria de la Corte Suprema de Justicia, alertando sobre la crisis que actualmente azota al penal de Tacumbú. Según el ministro, esta situación es el resultado de una política punitiva populista que ha prevalecido en el sistema judicial, enfatizando que el país se encuentra ante un grave problema de seguridad y derechos humanos.
En un discurso ante sus colegas, el ministro Ríos advirtió que la sensación de inseguridad en la sociedad ha llevado a un enfoque judicial que considera como única respuesta la aplicación de abusiva de la prisión preventiva, sin considerar alternativas más inteligentes. Ríos expresó: «Los jueces de garantía, en ocasiones, no garantizan nada, y si otorgan medidas alternativas, se enfrentan a indicadores negativos que amenazan su confirmación en el cargo. No obstante, este enfoque punitivo nos ha llevado a la situación actual en Tacumbú».
El ministro enfatizó que las penitenciarías en el país son el resultado de una continua violación de los derechos humanos, y el Estado está perdiendo cada día más control sobre las prisiones, permitiendo que los clanes criminales tomen el control de los centros penitenciarios.
«Definitivamente, persistir con el punitivismo populista es como arrojar nafta al fuego», advirtió Ríos. «Hoy en día, incluso un ciudadano que comete un delito menor tiene una alta probabilidad de ser reclutado por clanes criminales como el Clan Rotela o el PCC. En la coyuntura actual, debemos centrarnos en proteger la vida de las personas que se encuentran como rehenes en nuestras cárceles», agregó el ministro.
Desde ayer a la tarde reos que pertenecen al Clan Rotela, siguen manteniendo tomada la cárcel nacional exigiendo que la misma no sea intervenida, que nuevamente habilitada para recibir nuevos reos y que no se tome represalias por lo ocurrido.
Víctor Ríos hizo un llamado a sus colegas en la Corte Suprema de Justicia a considerar seriamente la necesidad de establecer un enfoque conjunto y coordinado con el Ministerio Público y el Ministerio de Justicia para aliviar la sobrepoblación carcelaria y desalentar la cultura que ha prevalecido en el sistema, donde todos los procesados terminan siendo reclutados por clanes criminales. La crisis penitenciaria, según Ríos, es un llamado de atención para reformar el sistema judicial y encontrar soluciones más efectivas y respetuosas de los derechos humanos.
