El sistema penitenciario femenino en Paraguay experimenta un avance histórico con la puesta en funcionamiento del Complejo Penitenciario de Mujeres de Emboscada (COMPLE), cuya infraestructura fue verificada por la Corte Suprema de Justicia y confirmada como acorde a los estándares internacionales de dignidad humana y derechos fundamentales.
La Dirección de Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia, encabezada por la abogada Nury Montiel Mallada, realizó una visita de monitoreo el 27 de octubre pasado, acompañada por representantes del Viceministerio de Justicia, del Ministerio de Justicia y de la dirección del establecimiento, recientemente inaugurado.
Durante el recorrido, las autoridades constataron que el nuevo complejo fue diseñado y construido conforme a las Reglas de Mandela y las Reglas de Bangkok, normas internacionales que promueven el trato humano y la igualdad de condiciones para las personas privadas de libertad.
El establecimiento, preparado para albergar a 1.200 mujeres, cuenta actualmente con 641 internas y se destaca por sus espacios amplios, ventilados y seguros. Los módulos incluyen celdas para tres personas, baños y duchas privadas, habitaciones adaptadas para mujeres con discapacidad, y áreas comunes con iluminación natural y artificial, que favorecen la convivencia y la seguridad.
Asimismo, se cumple con la separación entre procesadas y condenadas, uno de los principios básicos del sistema penitenciario internacional.
En materia sanitaria, el COMPLE dispone de consultorios médicos, 18 habitaciones de internación, atención odontológica y próximamente contará con servicios de rayos X, ecografía y quirófano, lo que permitirá ofrecer asistencia médica integral dentro del penal.
El área de alimentación está equipada con una cocina industrial moderna y frigoríficos de alta capacidad. Además, cuenta con una panadería propia, donde las mujeres privadas de libertad participan en programas de capacitación y reinserción laboral, elaborando productos bajo la guía de un chef profesional y una nutricionista.
El complejo también incorpora oficinas judiciales equipadas con tecnología nueva, locutorios para entrevistas con defensores, salas para audiencias telemáticas y un espacio multiuso para juicios orales, fortaleciendo el acceso a la justicia y la transparencia de los procesos.
El personal penitenciario, por su parte, recibió capacitación especializada y cuenta con condiciones laborales adecuadas, lo que contribuye a mantener la disciplina y el respeto mutuo dentro del establecimiento.
La directora de Derechos Humanos de la Corte Suprema, Nury Montiel Mallada, destacó que el cierre del antiguo penal Casa del Buen Pastor y la habilitación del COMPLE representan “el inicio de una nueva etapa en la gestión penitenciaria femenina, centrada en la dignidad, la seguridad y la reinserción social de las mujeres privadas de libertad”.
Las mujeres privadas de libertad expresaron inquietudes vinculadas a la mejora del sistema de comunicación con sus familiares, la reactivación de talleres y el aumento de las comidas diarias. Estas observaciones fueron transmitidas al Viceministerio de Justicia, que informó sobre planes de ajuste en curso tras el reciente traslado al nuevo establecimiento.
El Complejo Penitenciario de Mujeres de Emboscada se consolida así como un modelo penitenciario moderno, alineado con los parámetros internacionales de derechos humanos, y un paso firme hacia la humanización del sistema carcelario en Paraguay.














