El ciudadano mexicano Hernán Bermúdez Requena, alias “El Abuelo”, fue detenido en Paraguay en una operación conjunta llevada a cabo por la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), el Ministerio Público y la Secretaría Nacional de Inteligencia. Bermúdez es señalado como presunto jefe de la organización criminal “La Barredora” y se desempeñó anteriormente como secretario de Seguridad Pública en el estado mexicano de Tabasco.
La captura tuvo lugar el viernes por la noche en una lujosa vivienda ubicada en la ciudad de Mariano Roque Alonso, donde el sospechoso llevaba oculto varios meses. La investigación reveló que había ingresado ilegalmente al país tras una compleja ruta que comenzó en México, con escalas en Panamá y Brasil, para luego cruzar la frontera por tierra desde Foz de Iguazú sin registro migratorio.
El caso de Bermúdez pone nuevamente en evidencia cómo Paraguay sigue siendo utilizado como escondite por figuras de alto perfil del crimen organizado internacional. Su estancia en el país que se prolongó por al menos siete meses pasó desapercibida gracias a una vida cotidiana aparentemente normal: asistía al gimnasio, hacía compras y mantenía relaciones cordiales con los vecinos. En mayo, su esposa llegó al país como turista y se instaló con él en la misma residencia, acompañados por una empleada doméstica paraguaya.
Bermúdez enfrenta múltiples cargos en México, entre ellos delincuencia organizada, secuestro, extorsión, tráfico de drogas y armas, lavado de activos, robo de combustible y corrupción institucional. Durante su gestión como secretario de Seguridad Pública entre 2019 y 2024, habría aprovechado su posición para proteger a integrantes de “La Barredora”, desviar recursos públicos y encubrir delitos cometidos por agentes vinculados al grupo. También se lo vincula al desvío de hidrocarburos destinados a obras estratégicas como el Tren Maya.
Este nuevo caso se suma a una creciente lista de criminales que eligen Paraguay como punto de escape o reagrupamiento. La justicia paraguaya ya ha iniciado investigaciones para determinar si Bermúdez recibió apoyo logístico por parte de ciudadanos locales o incluso protección institucional. Las autoridades no descartan la posible complicidad de funcionarios públicos en su permanencia encubierta dentro del país.
 
            
 
		 
                                    











