La reconocida jueza María Luz Martínez, integrante de un tribunal de sentencia especializado en crimen organizado, destacó las cualidades imprescindibles de quienes desempeñan funciones en un fuero tan delicado como la magistratura penal especializada. Señaló que los jueces de este ámbito deben mantener una conducta impecable y una honorabilidad incuestionable.
Mencionó que conoce a colegas sumamente comprometidos con su labor y con el Poder Judicial, dado que su trabajo implica jornadas extensas en juicios prolongados y el análisis de casos complejos. Por ello, es indispensable que sean profesionales honestos, capacitados y dispuestos a dedicar tiempo, incluso en desmedro de su vida familiar.
Agregó que los jueces, especialmente los del fuero penal especializado, deben mantener un perfil bajo para evitar exponerse innecesariamente debido a la sensibilidad de su trabajo. La prudencia en sus actos y el uso cauteloso de las redes sociales deben ser la imagen que proyecta un magistrado de la República.
“La judicatura exige estar muy bien preparados y contar con una honestidad intachable, porque en este ámbito pueden surgir cuestiones que comprometan la integridad del magistrado. Por lo tanto, es fundamental contar con personas honestas, capaces y tolerantes para afrontar este tipo de juicios. Desde esta vereda puedo decir que hay muy buenos jueces, comprometidos, muy trabajadores y con perfil bajo”, subrayó la magistrada.
Finalmente, indicó que los jueces deberían evitar o, al menos, manejar con extremo cuidado sus redes sociales para proteger su seguridad personal y la de sus familias. Ella misma opta por mantenerse al margen del mundo virtual, una decisión que adoptó desde el inicio de su carrera, pues considera que la ciudadanía espera de los jueces una conducta prudente, como si estuvieran siempre bajo observación.
La magistrada María Luz Martínez ha participado en numerosos juicios de gran impacto social. Actualmente preside el Tribunal de Sentencia Especializado en Crimen Organizado que llevará adelante el caso “A Ultranza PY”, un caso emblemático sin precedentes contra una estructura criminal transnacional liderada por el paraguayo, Miguel Ángel Insfrán, alias “Tío Rico”, y el uruguayo prófugo de la justicia, Sebastián Marset, ambos son señalados por el Ministerio Público de haber creado una organización criminal para el tráfico internacional de cocaína a Europa.
Un juez del fuero especializado debe ser honesto y tener una conducta intachable, aseguran
