La defensa a cargo del abogado Ricardo Estigarribia, presentó una apelación especial contra la sentencia condenatoria al efectivo policial Gustavo Florentín, condenado a 24 años de cárcel por el homicidio doloso de Rodrigo Quintana en el interior del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
Según la defensa, la sentencia emitida en este caso no está fundada, y afirman de forma contundente que ningún testigo ha señalado de manera directa a Gustavo Florentín como la persona que ejecutó el disparo que acabó con la vida de Rodrigo Quintana.
Además, argumentan que el tribunal basó su sentencia en las declaraciones de los testigos Diego Garcete y Carmen Portillo, quienes aclararon en el juicio que no pudieron ver quién ejecutó el disparo.
“Todos los testigos, de manera consistente y uniforme, señalaron que se encontraban corriendo de espaldas a los policías que irrumpieron en la sede del PLRA, que estaban en el patio, que estaban boca abajo, que se encontraban escondidos, que estaban en otra dependencia, pero concretamente, ninguno de los testigos pudo divisar, pudo ver y mucho menos señalar que él (Gustavo Florentín) fue quien disparó a Rodrigo Quintana”, dice parte de la apelación de la defensa.
La defensa no solo cuestiona la falta de fundamentación, sino también otros aspectos que, según refieren, hacen que la sentencia deba ser anulada por alzada y reenviada para un nuevo juicio, como el considerar los relatos en juicio no sustanciales para condenar, con lo que el tribunal incurrió en una fundamentación aparente.
Menciona la defensa que la sentencia recurrida consta de 124 páginas que en su mayoría son solo una transcripción literal de los alegatos de las partes, dice la defensa, por lo que solicitan que la sentencia condenatoria a Florentín sea anulada.
El oficial de policía Gustavo Florentín fue condenado en su momento a 24 años de prisión por el asesinato de Rodrigo Quintana, ocurrido el 1 de abril de 2017 en la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
El crimen, según el tribunal de sentencia, ocurrió en la madrugada del 1 de abril de 2017, cuando agentes policiales, entre ellos Florentín, ingresaron violentamente al local del PLRA tras forzar y derribar la puerta.
Durante el operativo, Rodrigo Quintana intentó escapar junto a su amigo Diego Garcete, pero Florentín, armado con una escopeta, disparó balas de plomo que impactaron fatalmente en Quintana, causándole la muerte minutos después.
El tribunal basó su fallo en diversas pruebas clave, incluyendo registros de cámaras de seguridad que mostraban a Florentín portando la escopeta en el lugar de los hechos, así como cruces de llamadas que confirmaban su presencia. Además, el testimonio de Diego Garcete, amigo de la víctima, fue considerado coherente y fundamental para esclarecer lo ocurrido.
Peritajes balísticos determinaron que las balas utilizadas eran de plomo y no de goma, un factor que reforzó la acusación contra el oficial.
El tribunal de Sentencia estuvo integrado por los jueces Lourdes Garcete, Manuel Aguirre y Rossana Maldonado.