Durante su visita a Paraguay, en el marco del 180.º Período de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), su presidenta, Nancy Hernández, se refirió a los desafíos que enfrenta el país en materia de derechos humanos y consolidación democrática.
“La democracia, después de una dictadura, toma décadas”, afirmó, al señalar que Paraguay, al igual que otros países de la región, se ve afectado por un retroceso democrático a nivel global.
Hernández recomendó volver a los principios fundamentales que sostienen el sistema democrático: “No renunciar a sus postulados, no afectar la libertad de expresión ni de prensa, preservar la independencia judicial, y luchar contra la discriminación y la desigualdad”.
En cuanto al sistema judicial, subrayó que “una justicia que no se hace respetar de forma independiente, al final va a flaquear”, y destacó la importancia de mejorar los estándares de calidad y garantizar una justicia pronta y cumplida.
La presidenta de la CIDH identificó tres frentes clave para la defensa de los derechos humanos: la prensa, la justicia y la sociedad civil. En ese sentido, propuso fortalecer las alianzas entre estos sectores y el ámbito académico, con el objetivo de conformar un frente común en favor de los valores democráticos.
El 180.º Período de Sesiones de la CIDH, que se celebró en Asunción, reune a representantes del Estado, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales para debatir la situación de los derechos humanos en Paraguay y la región.
Al abordar la relación entre derechos humanos y desarrollo, Hernández fue enfática: “Una sociedad fragmentada y desigual tiene un techo. Hay que mirar el tema de los derechos humanos también en perspectiva, como un beneficio para la seguridad jurídica de las inversiones y para el crecimiento. Los derechos humanos y el desarrollo van de la mano; no son, en absoluto, antagónicos”.
