La prueba digital bajo la lupa judicial: Bielli cerró el curso con casos reales y estrategias clave

El jurista argentino Gastón Bielli profundizó en el valor procesal de publicaciones en redes, mensajería instantánea y contratos de adhesión en la última jornada del curso organizado por La Ley Paraguaya.

Con una clase cargada de ejemplos prácticos y análisis detallado sobre la trazabilidad de la prueba electrónica, concluyó este miércoles el curso “Prueba electrónica, valoración e incorporación al proceso judicial del Paraguay”, organizado por La Ley Paraguaya. El cierre estuvo a cargo del doctor Gastón Bielli, jurista argentino, doctor en derecho y fundador del Instituto Argentino de Derecho Procesal Informático.

A lo largo del encuentro, Bielli puso el foco en un punto clave para los litigios modernos: la valoración de la prueba digital y su incorporación válida en el proceso judicial. “No es lo mismo que una cuenta se haya creado hace dos días y publique algo difamatorio, que una que tiene 15 años de actividad sostenida en la plataforma. En una va a ser mucho más sencillo demostrar la autoría, en la otra, la estrategia será más compleja”, advirtió.

La trazabilidad importa
Uno de los pilares conceptuales desarrollados por el experto fue la importancia de construir la trazabilidad del contenido digital. “Toda la información desde que nació una cuenta —su IP, número de teléfono, historial de uso— es materia de prueba. Todo eso puede hacer la diferencia en un proceso judicial”, señaló.

También abordó casos concretos que, según su experiencia, son habituales en la práctica litigiosa: publicaciones difamatorias, escraches digitales y ventas no autorizadas en redes sociales. “Literal: me publicaron que mi supermercado vende comida podrida. Con fotos. Eso impacta. Y ahí es donde el abogado debe conocer la estructura probatoria digital”, ejemplificó.

Contrato de adhesión y redes sociales
Bielli insistió en que “el contrato con las redes sociales también impacta en juicio”. Según explicó, las condiciones de uso de estas plataformas cambian hasta dos veces por año, y eso puede alterar radicalmente la estrategia de defensa o de prueba. “Hay que mirar la versión de los términos de uso vigente en el momento del hecho”, subrayó.

En esa línea, habló sobre la importancia de los intercambios vía mensajería instantánea y su valor jurídico: “Lo que me dijo por WhatsApp o Messenger puede ser relevante, pero lo que más se ve en juicio es lo que se publica. Eso deja huella, afecta la reputación y genera acciones legales”.

IA, datos y litigio
Finalmente, el jurista hizo referencia a cómo la inteligencia artificial y el uso de datos compartidos por usuarios en redes están modificando la estructura misma de los juicios. “Nos estamos divorciando —literal— en medio de entornos digitales donde se publican bienes comunes para la venta. Esto ya no es ciencia ficción, es derecho procesal actual”, remató.

El curso tuvo como objetivo central brindar herramientas teóricas y prácticas para operadores judiciales, abogados litigantes y estudiantes de derecho, en un campo cada vez más presente en los tribunales: la prueba digital.