El agente fiscal Bernardo Javier Elizaur Aguirre, imputado por presunto pedido de coima, realizó este viernes su descargo en conferencia de prensa. Durante su intervención, acusó a su colega Yeimi Adle de imputarlo por un hecho que, según él, no constituye un delito, ya que mantuvo conversaciones tendientes a una salida procesal que consideraba adecuada.
El fiscal señaló que efectivamente mantuvo diálogos sobre una posible salida procesal, pero aclaró que en ningún momento solicitó dinero. Además, aseguró que fue engañado por su propia asistente, también imputada en el caso como cómplice. “Mi asistente ya estaba negociando esa salida procesal y me dijo que la mujer que estaba en la oficina era la hermana de la víctima”, explicó.
Este jueves pasado, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) resolvió por unanimidad aceptar el desafuero y la suspensión en el cargo del fiscal Elizaur, así como el inicio de oficio de su enjuiciamiento por la presunta comisión de un hecho punible. Este proceso queda supeditado a la causa penal que enfrenta por un presunto pedido de coima. El sospechado asegura que ira hasta las últimas consecuencias para limpiar su nombre ya que lleva años en el Ministerio Público.
El fiscal Elizaur, de la Unidad Penal de Emboscada, fue imputado por cohecho pasivo agravado tras ser denunciado por solicitar 10 millones de guaraníes a cambio de beneficiar a un procesado por lesión grave. La imputación fue presentada por la agente fiscal especializada en Delitos Económicos y Anticorrupción, Yeimi Adle.
Según la investigación, el supuesto pedido de dinero se habría efectuado mediante mensajes de texto enviados por su asistente, Lilian Andrea Florenciano, a la abogada defensora del imputado. La promesa consistía en no presentar la acusación formal y eventualmente facilitar una salida procesal favorable a cambio del soborno.
De acuerdo con la denuncia, al no concretarse el pago, el fiscal Elizaur procedió con la acusación. Posteriormente, se habría efectuado un nuevo pedido de dinero, esta vez por un monto menor, con la promesa de allanarse a una suspensión condicional del procedimiento, lo que motivó la intervención de la Unidad Anticorrupción del Ministerio Público.
Tras recibir la denuncia, la fiscal Adle organizó una entrega vigilada de dinero en la sede fiscal, durante la cual el Ministerio Público fotocopió los billetes y acompañó la transacción. El operativo derivó en un allanamiento, en el que fueron incautados teléfonos celulares, equipos informáticos y dinero en efectivo. Además, la oficina del fiscal fue clausurada como parte de las diligencias.
Los elementos de prueba recabados comprometerían tanto al fiscal como a su asistente, motivo por el cual Yeimi Adle formuló la imputación correspondiente. En el caso de Elizaur, fue imputado como autor del cohecho pasivo agravado, mientras que su asistente, Lilian Florenciano, fue imputada como cómplice en el mismo hecho punible.













