Las autoridades militares han confirmado que se han incrementado las medidas de seguridad en torno a la procesada Gianina García Troche, quien cumple prisión preventiva en el penal militar de Viñas Cué.
La jueza penal de garantías del fuero especializado contra el crimen organizado, Rosarito Montanía, además de ordenar la reclusión de Gianina García Troche en la cárcel militar de Viñas Cué, estableció en su momento una serie de medidas restrictivas que fueron recientemente reforzadas para evitar cualquier contratiempo.
Las medidas especiales de reclusión de la imputada obedecen a la necesidad de evitar posibles filtraciones, así como de precautelar incluso la seguridad de la procesada. García Troche, esposa del prófugo uruguayo Sebastián Marset, fue extraditada desde España bajo estrictas medidas de seguridad.
La jueza Montanía resolvió en su momento enviar a la procesada a Viñas Cué en respuesta a la vulnerabilidad del sistema penitenciario en Paraguay, especialmente en la cárcel de Minga Guazú, donde recientemente se registró una fuga, además de problemas de seguridad y altos niveles de corrupción.
Estas son algunas de las medidas impuestas por el juzgado: Gianina García tendrá acceso a un teléfono monitoreado por las autoridades, provisto sin costo por la institución militar. Cada llamada, con un límite de 20 minutos, deberá ser registrada con su firma.
Las comunicaciones telefónicas se permitirán los lunes, miércoles y viernes, mientras que las visitas presenciales de familiares y abogados se autorizarán los martes, jueves y sábados. La rutina incluye actividades de esparcimiento y salida al patio todos los días. La extradición de García Troche se enmarca dentro de una serie de operativos y procesos judiciales que han sacudido al país en los últimos años. Su esposo, Sebastián Marset, es señalado como una de las figuras clave dentro de una red internacional de narcotráfico con conexiones en Paraguay, Uruguay y otros países de la región.
El operativo A Ultranza PY, la mayor investigación contra el crimen organizado en Paraguay hasta la fecha, ha expuesto el alcance de esta estructura criminal, que involucra lavado de dinero, tráfico de drogas y vínculos con empresarios y políticos. A raíz de este caso, varias propiedades fueron incautadas, cuentas bancarias congeladas y múltiples órdenes de captura emitidas.
García Troche ha sido mencionada en varias instancias dentro de la investigación, y su extradición supone un nuevo capítulo en el proceso judicial contra la red de Marset. Su situación legal en Paraguay podría derivar en más revelaciones sobre los nexos de la organización y el impacto de sus operaciones en el país. Actualmente, la cárcel militar de Viñas Cué alberga a 83 internos, en su mayoría agentes militares, aunque también hay civiles, como es el caso de García Troche.