Salvador Cabañas, ídolo del fútbol paraguayo y exestrella internacional, enfrenta hoy una difícil batalla legal iniciada por sus propios hijos, quienes solicitan a la justicia que lo declare legalmente incapaz para así tomar el control de su millonario patrimonio.
Mía y Santiago, de 21 y 24 años respectivamente, han presentado una solicitud formal ante el Poder Judicial, con el objetivo de obtener la curaduría legal sobre los bienes de su padre. Aducen que el exfutbolista ya no estaría en condiciones mentales para administrar sus finanzas ni tomar decisiones legales, especialmente en lo relativo a la venta de propiedades de alto valor.
La pieza central de esta disputa es un complejo deportivo ubicado en Villa Elisa, cuya valuación oscila entre los 5 y 6 millones de dólares. El predio se encuentra actualmente en proceso de venta, situación que los hijos de Cabañas consideran riesgosa debido según ellos, a la supuesta vulnerabilidad mental de su padre.
En el marco de esta causa, Cabañas se presentó ante un juzgado civil y comercial de Asunción para someterse a una evaluación psiquiátrica dispuesta por la justicia. Esta medida busca determinar si, efectivamente, el exdelantero se encuentra o no en pleno uso de sus facultades.
El exfutbolista, visiblemente afectado por el conflicto, expresó su dolor ante lo que considera una traición familiar:
“Estoy muy dolido porque se trata de mis hijos. No tengo contacto con ellos desde hace cinco años. Me cuesta creer que estén haciendo esto, probablemente manipulados por otras personas. “Vamos a luchar hasta el final. Es muy triste para mí. Yo los crié bien, les di estudios y ahora me pagan así”, manifestó.
La justicia paraguaya continúa analizando el caso, y se prevé que el resultado del informe psiquiátrico sea clave para determinar si procede o no la solicitud de curaduría presentada por los hijos del exjugador.
Este caso vuelve a poner en el centro del debate el destino de los bienes de figuras públicas retiradas, y cómo las disputas familiares pueden escalar hasta niveles judiciales, incluso entre padres e hijos.
